¿Cómo pueden las latinoamericanas romper el techo de cristal?

Artículo
28 Octubre 2015

 

Sólo nueve de las 500 mejores empresas de América Latina estaban dirigidas por mujeres en 2012, según un análisis del Latin Business Chronicle, y aunque un estudio encontró que el 37% de los ejecutivos creían que la diversidad de género era una prioridad para su empresa, pocas reportan tener mujeres en los equipos ejecutivos.

¿Por qué faltan mujeres en los altos puestos del sector privado de la región, dirigiendo empresas o en los consejos directivos? ¿Qué regiones del mundo han conseguido romper este techo de cristal y dónde pueden replicarse esas prácticas en América Latina? ¿Hay una oportunidad para que las mujeres sean la regla y no la excepción en el futuro? Hemos trasladado estas preguntas a tres mujeres que han conseguido llegar a lo más alto en el mundo empresarial latinoamericano.

Donna Hrinak: miembro del Consejo Asesor y Presidenta de Boeing América Latina

Aunque las cifras en América Latina son decepcionantes, lamentablemente están en línea con las estadísticas mundiales. Por ejemplo, las mujeres ocupan sólo el 4,6% de los puestos directivos de la lista Fortune 500, y al ritmo actual sólo alcanzaremos la paridad en puestos de liderazgo empresarial en 2085, ¡dentro de 70 años!

Para mejorar esto es necesario combinar políticas públicas, prácticas de organización y responsabilidad personal. Aunque la imposición de cuotas de género en los consejos directivos, como en Noruega y Alemania, son controvertidas pueden ser medidas transitorias útiles. Los ejecutivos además deben prestar atención a los estudios que muestran consistentemente que las empresas con más mujeres tienen mejores resultados: mayor rendimiento de la equidad, mayores ventas y mayor retorno de la inversión.

Elena Viyella de Paliza, Presidenta de Inter-Química en Santo Domingo

Regiones como Norteamérica y Europa han tenido más éxito que Latinoamérica porque comenzaron antes a incluir a mujeres en posiciones de poder. No obstante, América Latina está cambiando y se está enfocando en posicionar a más mujeres en puestos de liderazgo en el mundo corporativo.

El techo de cristal más difícil de romper es el que nos autoimponemos. El peso de la crianza de los hijos recae en las mujeres y esto hace retroceder sus carreras, les impone cargas adicionales o les obliga a elegir. Se trata de un filtro muy importante, y esto es aún más cierto en América Latina debido a la cultura. Yo no quiero renunciar a tener una familia y eso pasa factura en la salud, el tiempo, la dedicación y, por supuesto, el sueño. Por eso necesitas una pareja que te apoye en tus metas.

Ver artículo original