Candidatura alterna, la oferta recurrente que se le hace a la población LGBTI dentro de la política electoral

Artículo
11 Septiembre 2020

*Esta noticia fue publicada originalmente por El Telégrafo

 Lo que ha sucedido con la participación de los LGBTI en los últimos 20 años podría decirse que varios han sido los avances y logros de las poblaciones LGBTI en el reconocimiento de sus derechos ciudadanos: En 1997 se obtuvo la despenalización de la homosexualidad. En 1998 la Constitución determinó la no-discriminación y la igualdad ante la ley para todos los ciudadanos sin importar su orientación sexual. En el 2008 la Constitución vigente determinó que todos los ciudadanos ecuatorianos tuvieran “el derecho a tomar decisiones libres, informadas, voluntarias y responsables sobre su sexualidad, su vida y su orientación sexual” y además se reconoció que el Estado promovería el acceso a los medios necesarios para que estas decisiones se dieran en condiciones seguras.

Además, se incluyó como norma garantizar el derecho a la participación ciudadana en igualdad de condiciones. En relación con el proceso electoral 2017, según un estudio realizado por la Fundación Esquel, a cargo de Danilo Manzano, director de Diálogo Diverso, hubo una participación mucho más activa de personas LGBTI a través de candidaturas que en su gran mayoría buscaban ocupar una curul en la Asamblea Nacional del Ecuador. Sin embargo, en 2017 solamente dos de los ocho partidos que entraron al redil electoral incluían en sus planes de gobierno políticas en favor de los LGBTI. El no tener a la mano cifras oficiales ya es una primera señal que invita a reflexionar sobre la situación de la población LGBTI en la política.  

La activista Pamela Troya, promotora del matrimonio igualitario en Ecuador, es hasta el momento la única precandidata de la población LGBTI confirmada (la inscripción de su candidatura se hará en octubre) para las elecciones del 2021.  Para ella el hecho de que no existan otras candidaturas LGBTI tiene que hacer cuestionar a los diferentes movimientos y partidos políticos lo que consideran importante porque de ahí podría desprenderse que solamente se están enfocando en el ámbito económico. En ese sentido, consideran que las candidaturas de los miembros de la población LGBT son vistas con buenos ojos, sin emabrgo no hay un afán de algunos partidos políticos por captar votos a través de la comunidad para cumplir con la cuota. La incursión de los LGBTI como colectivo ha sido mínima en términos estadísticos. Si bien algunos han llegado a la Asamblea lo han hecho como alternos y han estado bajo el paraguas y a las órdenes del líder del partido que impulsó sus candidaturas. 

 

Ver artículo original