Estar conectados de manera segura con el mundo no es una cuestión de conveniencia para los ciudadanos de América Latina y el Caribe. En un mundo globalizado e hiperconectado, se trata de un elemento clave para medir nuestra competitividad y las tecnologías de la información y la comunicación son clave para poder lograr un desarrollo con más equidad, mayor crecimiento y más innovación. Nuestra región ha avanzado mucho en la mejora de su conectividad.
Sin embargo, esta revolución digital también conlleva riesgos y desafíos relacionados con la actividad delictiva que existe en el mundo virtual dejando al ciudadano indefenso frente a la actividad criminal en el ciberespacio. Esta vulnerabilidad hace aún más urgente la implementación de políticas públicas adecuadas, tanto para mitigar los riesgos como para aprovechar las oportunidades de la revolución digital. En este contexto, el Banco Interamericano de Desarrollo y la Organización de los Estados Americanos, con el apoyo del Centro Global de Capacitación de Seguridad Cibernética (GCSCC) de la Universidad de Oxford, han preparado el Informe Ciberseguridad 2016 que presenta una imagen completa y actualizada sobre el estado de la seguridad cibernética (riesgos, retos y oportunidades) de los países de América Latina y el Caribe. El estudio contiene además aportes expertos de múltiples reconocidas instituciones. A continuación, les hago llegar un breve fragmento de mi aporte en nombre del CSIS, en el cual relato el estado del debate internacional sobre la seguridad cibernética en los últimos años y hacia dónde vamos.
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