Hay 492 inscritos interesados en postular en las próximas elecciones judiciales, 351 varones (71%) y 141 mujeres (29%). Contra lo que parece menor oportunidad para las postulantes femeninas por el bajo porcentaje, más bien serán ellas las de mayor probabilidad de pasar a siguientes etapas; aunque también hay una desventaja.
La razón es simple: cuando el cupo a llenar es igual (50% varones y 50% mujeres), tienen mayor probabilidad de ser designados quienes se encuentran precisamente en el grupo de menos aspirantes. Esto, claro, siempre y cuando todos, especialmente las postulantes mujeres, pasen la prueba de los requisitos.
Según el artículo 25 (Número de preseleccionados) del “Reglamento de preselección de candidatas y candidatos” para los altos tribunales, en el caso del Constitucional Plurinacional, la asamblea debe preseleccionar “hasta 4 postulantes por cada departamento”, o sea un total de 36, de los cuales la mitad tienen que ser varones y la mitad mujeres, 18-18. Aquí hay 123 inscritos, 84 varones y 39 mujeres. De aprobar todos la fase de evaluación de requisitos, solo 18 varones de 84 pasarán a la siguiente fase; esto es 1 de 5; mientras que en el caso de las mujeres, la relación será 18 de 39, 1 de 2.
En el caso del Tribunal Supremo de Justicia, el Reglamento dispone que la Asamblea deberá preseleccionar también hasta 4 postulantes por departamento, 36 en total. Aquí resulta que hay 184 inscritos, 139 varones y 45 mujeres; así, siempre si todos pasan la prueba de los requisitos, se deberá seleccionar 18 de 139 varones, 1 de 8; en el caso de las mujeres, la relación será 18 de 45, 1 de 2,5.
Pero, he aquí el detalle. En ambos tribunales (Constitucional y Supremo de Justicia), donde el cupo de preseleccionados a llenar es de “hasta 4 por departamento” (50% varones y 50% mujeres), en las listas para preseleccionar debería haber al menos 2 varones y 2 mujeres por departamento. Alguna decisión se deberá tomar con Pando en el caso del Tribunal Constitucional, en cuya lista hay una sola mujer aspirante.
La situación tenderá a empeorar, naturalmente, si se empieza a ‘depurar’ a cada vez más mujeres: sólo hay 4 aspirantes féminas en Beni, 3 en Potosí y 3 en La Paz para el Supremo de Justicia; y 4 mujeres postulantes por La Paz, 4 por Beni, 3 por Potosí, 2 por Cochabamba y, como se dijo, una por Pando. Aquí sí el menor número de aspirantes es franca desventaja.