“Mejorando vidas a partir de buenas prácticas en la entrega de servicios públicos”
Tendencias internacionales como la presión para racionalizar el gasto público, la creciente expectativa de una clase media en expansión, los cambios demográficos y la competencia globalizada han transformado el entorno de operación del sector público, creando nuevos y complejos desafíos.
Los gobiernos deben idear nuevas formas de interactuar con los ciudadanos, quienes a su vez exigen una mayor inclusión y participación, así como una mayor rendición de cuentas por la calidad de los servicios públicos que se entregan. Esta tendencia se ha visto reforzada por la incorporación masiva de nuevos instrumentos brindados por las tecnologías de información y comunicación, incluidas las redes sociales.
Estudios recientes de la OCDE muestran que la experiencia de los ciudadanos en su acceso a los servicios públicos es un factor clave de la confianza en los gobiernos. Eso ha llevado muchos gobiernos a fortalecer la capacidad de entrega de sus servicios, adoptando enfoques innovadores y crecientemente centrados en el ciudadano.
En América Latina y el Caribe (ALC), a pesar de avances significativos en la modernización de la gestión pública, la fragmentación institucional y los procedimientos administrativos onerosos, siguen siendo un obstáculo importante para ciudadanos y empresas acceder a los servicios públicos.
El BID está trabajando con los gobiernos de la región para fortalecer sus capacidades de entrega de esos servicios. Este apoyo incluye no sólo la asistencia técnica y financiera a diversos gobiernos, sino también la generación y diseminación de conocimientos pertinentes para identificar y comprender mejor los factores que contribuyen a mejoras en la prestación de servicios públicos, y las condiciones institucionales que impulsan la innovación en el sector público.