Un exprocurador peruano presidirá Transparencia y accountability Internacional

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20 Octubre 2014

 

A inicios de noviembre del 2000, las primeras evidencias de la corrupción gubernamental tenían mes y medio circulando y Vladimiro Montesinos, el exasesor de inteligencia del presidente Alberto Fujimori, estaba en paradero desconocido. El gobierno creó una procuraduría anticorrupción bajo la dirección del abogado penalista José Ugaz y, 12 días después, también el presidente se fugó del país. Al cabo de 13 meses de trabajo, había 1.500 inculpados y unos 150 en prisión: Montesinos, Fujimori, 14 generales del Ejército y la Policía. Ugaz ha sido elegido este domingo presidente de Transparencia y accountability Internacional (TI), el organismo global anticorrupción. 

La Procuraduría Anticorrupción de Perú logró la colaboración del gobierno de transición del presidente Valentín Paniagua (noviembre 2000-julio 2001) para reformar el Poder Judicial y el Ministerio Público, que habían sido cooptados en años anteriores por el régimen fujimorista. Ugaz permaneció en el organismo anticorrupción hasta enero de 2002 y pese a que el Gobierno de Alejandro Toledo retiró el respaldo a esa dependencia, logró congelar cuentas en el extranjero con fondos por 250 millones de dólares robados al Estado, de los cuales, “unos 75 millones fueron repatriados”, indica un comunicado de Transparencia y accountability Internacional difundido desde Berlín, donde se realizó la elección. El abogado penalista es socio del bufete Benites, Forno y Ugaz, fue miembro de la unidad anticorrupción del Banco Mundial de 2004 a 2006, y presidió el capítulo peruano de Transparencia y accountability Internacional en 2002. La candidatura del abogado peruano venció la de Pascal Lamy, exdirector de la Organización Mundial de Comercio, y excomisario europeo. La vicepresidenta electa será Elena Panfilova, presidenta del capítulo ruso de Transparencia y accountability Internacional. En el directorio del organismo, compuesto por 12 miembros, se eligió también a seis nuevos integrantes, entre ellos Mercedes de Freitas (Venezuela) y Elisabeth Ungar (Colombia).

“Aún hay mucha corrupción y queremos ver que se haga más al respecto. Debemos enfocarnos a la forma en que los corruptos se están saliendo con la suya, desenmascarándolos, poniendo atención a las tramas de corrupción como el abuso de las compañías off shore, impidiendo que disfruten las ganancias obtenidas ilícitamente, en una vida de lujo mientras los pobres tienen que seguir pagando sus cuentas”, refirió Ugaz. En julio, el abogado peruano presentó su libro Caiga quien caiga (Planeta), las memorias de su paso por la procuraduría anticorrupción, tomando para el título la frase que repitió en noviembre de 2000 para advertir que su despacho no investigaría exclusivamente a Vladimiro Montesinos. El penalista relató que, a raíz de esas declaraciones, una semana después de ser designado como procurador, Fujimori pidió su renuncia porque se sentía aludido. La creación de la procuraduría fue una treta del expresidente peruano para tratar de diferenciarse de su principal colaborador, con quien cogobernó.

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