El Gobierno quiere permitir los aportes de empresas y bancarizar las transferencias a los partidos.
Hubo coincidencias, cruces y chicanas en la primera reunión en la Casa Rosada para debatir la reforma del régimen de financiamiento político. Con Rogelio Frigerio -ministro del Interior- y Adrián Pérez -secretario de Fortalecimiento Institucional- como anfitriones, representantes de organizaciones de la sociedad civil plantearon sus posiciones sobre el borrador del Gobierno, que propone la bancarización de los giros, la implementación de un registro en tiempo real y la habilitación de aportes de las empresas, con un tope del 2% del total de los gastos de la campaña.
“Este es un capítulo más de una amplia reforma que estamos tratando de implementar en la Argentina. Queremos transparentar el financiamiento de la política y empezar a generar los consensos básicos para avanzar”, abrió la reunión Frigerio. Entre los invitados sobresalió Jorge Landau, histórico apoderado del PJ. “¿Vieron que íbamos a volver? Yo ya volví. Y antes de lo que pensaba”, lanzó entre risas al ingresar al Salón de los Escudos, en la planta baja de la Casa Rosada.
“Vamos a tener en cuenta, aunque siempre nos hace trampa, su opinión”, le dedicó Pérez al final, aunque Landau escuchó más de lo que habló y se limitó a cuestionar el momento del impulso del debate: “No es conveniente durante un proceso electoral. Sabemos que no hay tiempo, que ya está todo lanzado”. La intención del Gobierno será enviar el proyecto al Congreso luego de nuevas reuniones con representantes de los partidos políticos y la Justicia Electoral.
Desde la oposición interpretaron que el macrismo buscará aprovecharlo para la campaña aun sin tratamiento legislativo. “Tengo mi propia opinión, que oportunamente voy a hacer. Hay que ir hacia una mayor participación estatal”, se limitó a decir el actual apoderado nacional y provincial del PJ, por ese motivo en contacto con los principales referentes involucrados en la batalla electoral.