La discusión que incomoda al Congreso (Chile)

Artículo
04 Septiembre 2014

 

Los intentos por prohibir las donaciones de las empresas y la eliminación de los aportes reservados podrían dar un giro radical a los mecanismos de financiamiento de las campañas. La Cámara de Diputados aprobó los cambios y el debate se trasladó al Senado, donde en las próximas semanas reflotará la gris relación entre dinero y política.

Un fuerte aplauso y se desataron los abrazos en el hemiciclo de la Cámara de Diputados, la noche del miércoles 13. La inusual presencia a esas horas del comité político en pleno de La Moneda -encabezado por el ministro Rodrigo Peñailillo- daba cuenta de la relevancia de la votación: la reforma al sistema binominal pasaba su primera valla en el Congreso. 88 diputados de la Nueva Mayoría, RN e independientes con el voto en contra de 28 UDI aprobaron el proyecto que -en términos generales- aumenta de 120 a 155 los representantes en la Cámara Baja y de 38 a 50 los senadores. Tras las felicitaciones, sin embargo, entre los ministros y algunos parlamentarios -de todos los partidos- se escondía un sabor amargo. 

A última hora los diputados Giorgio Jackson (Revolución Democrática) y Vlado Mirosevic (Partido Liberal) habían logrado incorporar a la iniciativa dos indicaciones que dan un giro radical al sistema de financiamiento electoral y que -de prosperar en el Senado, donde está fijada su discusión para el martes 9- cambiará la manera en que los privados aportan a las campañas políticas. Jackson y Mirosevic aprovecharon el clima general desatado por la inminente reforma al binominal para recolectar las 30 firmas necesarias que les permitió reponer sorpresivamente las indicaciones que habían sido rechazadas en la Comisión de Constitución de la Cámara. Pese al lobby desplegado por asesores de Peñailillo -impulsor del acuerdo para cambiar el sistema electoral- para impedir su aprobación, la mayoría de los diputados votaron a favor de prohibir las donaciones de las empresas a la campaña de un candidato y de eliminar la figura de “aportes reservados” del financiamiento electoral. En privado, la gran mayoría de los diputados consultados reconocen no estar de acuerdo con las modificaciones y justifican su voto a favor por ser un tema cuyo rechazo genera desaprobación ciudadana. A la hora de la votación, sólo la bancada UDI se manifestó en contra e hizo reserva de constitucionalidad.

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