Una mesa redonda organizada por el Foro Económico Mundial y EL PAÍS en Brasil alerta de los riesgos de la desinformación para la democracia.
Las noticias falsas y la desinformación suponen una de las mayores amenazas para América Latina en un año crucial para el continente, con elecciones en tres de sus mayores economías, como son Colombia, México y Brasil. Esta es la conclusión a la que ha llegado una mesa de expertos en un debate moderado por el director adjunto de EL PAÍS David Alandete.
En este momento, según recordó Alandete, diversos parlamentos investigan la actividad de redes de injerencia en las elecciones presidenciales de Estados Unidos en 2016, el referéndum sobre el Brexit en el Reino Unido y la crisis de la independencia en Cataluña en España. "Las democracias, también en América Latina, deben tomar medidas de protección ante una máquina industrial que alimenta noticias falsas a lo largo de los procesos democráticos, con efectos desastrosos", sostuvo Alandete.
Si bien está preocupado por esta tendencia y por décadas de populismo y desinformación, Esteban Bullrich, senador en Buenos Aires, Argentina, dijo que percibe un cambio en la población, a la que ve avanzando la causa de la verdad. "Las redes sociales y la difusión de noticias falsas pueden ser una amenaza, pero también pueden ser una herramienta para acercarse a la gente. Soy optimista en cuanto a los resultados", dijo el senador.
Argentina de hecho está preparándose para las elecciones generales de 2019. Bullrich, del partido del presidente Mauricio Macri, agregó que democracia no es"sólo votar cada dos años sino que tiene que ver con que la gente se involucre, que participe y desenmascare las falsas noticias".
Menos optimista fue Leandro Machado, fundador de la organización CAUSE, de Brasil, quien opina que la democracia y la autoridad moral están en riesgo por las noticias falsas. Mahado citó un estudio reciente del MIT que llegó a la conclusión de que las noticias falsas se difunden más rápidamente que las verdaderas en Twitter y que se diseminan con mayor velocidad porque los ciudadanos las comparten. "Estamos en riesgo y debemos luchar contra este escenario", dijo Machado, agregando que contra las noticias falsas se necesita educación.
Entre los participantes se llegó al consenso de que la educación en medios y en democracia es fundamental para luchar contra las noticias falsas. Yuhyun Park, fundadora y CEO del DQ Institute, de Singapur, alertó de que “los niños y los jóvenes no saben distinguir entre noticias y publicidad, y qué constituyen fuentes creíbles". "Debemos ser conscientes de cómo se fabricó esta información errónea e intervenir rápidamente a través de la educación para asegurarnos de que los niños adquieran las habilidades analíticas críticas adecuadas".
María Cristina Frías, miembro del consejo y columnista del veterano diario brasileño Folha de São Paulo explicó la decisión de este medio de dejar de publicar sus informaciones en Facebook. "Las noticias falsas son amplificadas en Facebook. Tenemos que trabajar con estas empresas de tecnología para luchar contra la información errónea", subrayó, mientras que Machado dijo que, con todas estas noticias falsas e información errónea, la verificación de los hechos se convierte en una necesidad social.
Park fue un paso más allá e hizo un llamamiento a los gobiernos para que se asociaran con las empresas tecnológicas para mejorar la transparencia. Pero, en resumidas cuentas, todo tiene que ver con la ciudadanía, dijo Bullrich. "Confío en que la gente sepa lo que está ocurriendo. Tenemos que asociarnos más con la verdad".