Del mismo modo que muchos pagan los servicios de luz, el cable o el celular. De la misma manera que se compran productos y pasajes, o se hacen donaciones online. En estas elecciones presidenciales, cualquiera podrá, con su tarjeta de crédito o débito, hacer un aporte monetario a su candidato preferido a través de Internet. Más allá de los topes que establecen los bancos, la Cámara Nacional Electoral estipuló para este año una contribución máxima por persona de $3.396.255, que puede dividirse en montos mensuales y que aplica para el nuevo sistema. La modalidad fue habilitada por el Gobierno a través del decreto 776 a comienzos de mayo, pero todavía quedan algunos detalles por pulir. Hasta ahora, casi la totalidad de los aportes a las campañas se hacían cash. Las contribuciones online abren un mundo nuevo para los partidos, para los aportantes y para los auditores que controlan el financiamiento electoral. La operatoria terminará de delinearse en los próximos días. Lo más probable es que se habiliten sistemas similares al de pagomiscuentas.com o las plataformas de crowdfounding que se utilizan para el financiamiento de proyectos. Según pudo conocer LA NACION, el Banco Central y la Dirección Nacional Electoral establecerán un marco normativo para que los partidos apliquen el nuevo mecanismo.
"La idea es ampliar el universo de personas que pueden aportar y hacer trazables los pagos a los partidos, que estarán acreditados en los bancos", manifestó a LA NACION el director nacional electoral Alejandro Tullio, encargado de implementar la nueva modalidad por el gobierno nacional. El nuevo sistema no eliminará a las tradicionales listas de aportantes en efectivo, cuya confección sigue atada a los asientos contables de los partidos políticos, sin certezas por posibles "dibujos" o prestanombres en las nóminas. Las contribuciones con tarjeta obligarán a que los bancos a que informen los nombres de los aportantes.