Los principales partidos políticos de México nominaron el domingo a sus candidatos para los comicios presidenciales de julio, los cuales, según sondeos, se definirían entre el izquierdista Andrés Manuel López Obrador y el joven abanderado de una variopinta coalición, Ricardo Anaya.
A mano alzada, los militantes de las coaliciones comandadas por el oficialista PRI, el izquierdista Morena y el derechista Partido Acción Nacional (PAN), escogieron respectivamente a José Antonio Meade, López Obrador y Anaya como sus candidatos.
A pesar del nerviosismo inicial de los mercados por su discurso catalogado de populista, López Obrador, conocido por su acrónimo de AMLO, lidera en las preferencias para las elecciones del 1 de julio desde que anunció su intención de competir por la presidencia por tercera vez consecutiva.
“No vamos a traicionar al pueblo de México. Estoy consciente de mi responsabilidad histórica, quiero ser recordado como un buen presidente”, dijo López Obrador el domingo en un salón de un hotel del centro de Ciudad de México, donde delegados de Morena lo ungieron unánimemente como su abanderado.
“Soy terco, necio, obcecado, perseverante, con esta misma convicción actuaré como presidente de la República. Con terquedad, con necedad y con perseverancia voy a acabar con la corrupción”, agregó el líder izquierdista de 64 años que volvió a prometer la revisión de millonarios contratos petroleros y el recorte de sueldos a los funcionarios públicos.
Los principales temas que preocupan a los mexicanos -y que han dominado la precampaña electoral- son la corrupción y la violencia que, el último año, alcanzó la cifra récord de 25,339 homicidios entre enero y diciembre.
Por su parte, Anaya ha llegado desde atrás para pisarle los talones a López Obrador y, según el propio político y abogado de 38 años, en una encuesta ya figura en empate técnico con AMLO.
En un masivo evento en el Auditorio Nacional, un centro de espectáculos en la capital con 10,000 asientos, Anaya fue designado por su coalición integrada por el PAN, el izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD) y el socialdemócrata Movimiento Ciudadano.
Prometiendo un “cambio inteligente” con un micrófono inalámbrico de diadema y una pantalla gigante a sus espaldas, Anaya criticó al gobernante PRI y, al igual que López Obrador -a quien también reprendió-, dijo que su país no pagará un centavo del muro que Estados Unidos planea levantar en la frontera común.
“México va a cambiar. El PRI se va”, dijo ante un auditorio repleto de militantes. “La clave de esta elección será sobre qué tipo de cambio queremos, ¿un cambio con la mirada puesta al futuro o un cambio atrapado en las ideas del pasado?”, declaró.