Recambio generacional de los Partidos Políticos

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22 Agosto 2017

Pese a que la renovación es un concepto casi obligado en los actuales discursos políticos, al interior de las colectividades los procesos de cambio no siempre se dan de manera fluida. Fuertes disputas de poder, apuestas que fracasan, fugas y “asesinatos políticos” son parte de lo que enfrentan las diversas tiendas en el proceso que permite la aparición de nuevos liderazgos internos.

La irrupción de Álvaro Elizalde en el PS no ha sido sencilla. El día en que dio su primer discurso como presidente de la colectividad se tomó una de las decisiones políticas más relevantes de los últimos años al apoyar la opción presidencial de Alejandro Guillier por sobre la de Ricardo Lagos, quien un día después declinó su intención de volver a La Moneda. “Todo esto tiene que ver con un intento de tomar el control político y el poder”, explica el Decano de la Facultad de Ciencias Políticas de la U. Central, Marco Moreno. En la colectividad hay voces que aseguran que Elizalde tras las elecciones de noviembre pagará los costos de esas decisiones.

La renovación parlamentaria de la UDI se ha dado de manera rápida en la última década. Nombres como Jaime Bellolio, Juan Antonio Coloma o María José Hoffman dan cuenta de esto. Sin embargo, dicha renovación no se ha podido dar en los espacios propios del partido. El abultado triunfo de Jacqueline van Rysselbergue sobre Bellolio para asumir la testera de la UDI es una muestra de aquello. Es más, en una entrevista con la revista Capital el diputado aclaró que ha pensado en dejar la UDI. Ernesto Silva también fue el representante de una renovación, pero su estadía como timonel de la colectividad fue breve y renunció al cargo entre duras críticas internas.

El diputado y ex presidente de las juventudes DC, Marcelo Chávez, dice que las juventudes deberían ser “el espacio preferencial para producir el recambio al interior de los partidos, pero esa declaración no termina siendo así en los hechos”.

Por su parte, en el Frente Amplio a pocos meses de intentar transformarse en la tercera fuerza política del país se desató una grave crisis que aún deja esquirlas.

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