Como una jornada "histórica" calificó el ministro del interior, Rodrigo Peñailillo, la aprobación en particular de la reforma que modifica el electoral binominal por uno proporcional inclusivo. "No sólo me siento orgulloso como chileno y como ministro del gobierno de la Presidenta Bachelet, me siento orgulloso como ciudadano de haber sido parte el día de hoy de una jornada histórica donde va a quedar grabado que se inicia un nuevo proceso en la democracia chilena", dijo el secretario de Estado.
La votación comenzó al mediodía de ayer hasta las 14 horas y luego de las 16 hasta hoy a minutos de las 9.00. La trastienda de la jornada estuvo marcada por el cansancio y la fuerte discusión entre los independientes Antonio Horvath y Carlos Bianchi. Una vez concluida la votación comenzaron los abrazos y las declaraciones. "Esto permite dar un salto tan importante y terminar con un sistema electoral único en el mundo. Reconocer nuevamente el esfuerzo de los senadores y también de los ex Presidentes", agregó Peñailillo al retirarse de la Sala. "Nos sentimos tremendamente orgullosos de decir que hemos logrado algo histórico después de 25 años", dijo por su parte la presidenta del Senado, Isabel Allende. En tanto, el presidente de la DC Ignacio Walker destacó que "más que un triunfo de los partidos es un triunfo de la ciudadanía: más y mejor democracia".
Desde la UDI, el senador Hernán Larraín dijo que "lamentablemente se ha perdido una enorme oportunidad para hacer un cambio por todos compartido, un acuerdo de todos los sectores políticos, el gobierno se cerró a esa posibilidad y terminamos aprobando un proyecto mediocre, que va a debilitar nuestra institucionalidad. Es un proyecto que por la conformación de los distritos le regala a la Nueva Mayoría en el orden de 10 parlamentarios y eso es grotesco". Larraín, además, calificó como "lamentable" el respaldo entregado por Amplitud y el ex senador RN Antonio Horvath al proyecto. "Cruzar el río a veces puede traer consecuencias", advirtió. Por otro lado, el senador confirmó que el gremialismo recurrirá al Tribunal Constitucional. De esta forma, el proyecto pasará a su tercer trámite, donde la Cámara de Diputados deberá pronunciarse respecto de los cambios introducidos por el Senado. La idea del Ejecutivo es que esta iniciativa se encuentre en condiciones para su promulgación a más tardar el 31 de enero.